Las naciones ricas no quieren compromiso alguno en el futuro e, incluso, intentan retroceder en los ya asumidos hace 20 años en la Cumbre de la Tierra, Río-92.
El documento final debe contener aspectos sociales, tales como las asociaciones para la erradicación de la pobreza, la mejora en la calidad de vida en los asentamientos, el transporte, la educación y la lucha contra la discriminación de género.
Una de las principales decisiones en negociación es el lanzamiento de Objetivos de Desarrollo Sostenible que obliguen a los países a cumplir metas relativas a cambios en los padrones de producción y consumo, energía y agricultura sostenibles.
Pero el acuerdo que contemplan los países en la Rio+20 aplaza la definición de estas metas, que recién serían adoptadas en una posterior reunión en 2015.
Porque gran parte de los presidentes que estarán en Rio se encontrarán antes en la cumbre de las grandes economías emergentes e industrializadas, el G20, que se reúne en México el lunes y martes para otro tema mucho más inmediato y que llama más atención: la crisis económica internacional o estafa a las y los trabajadores.
Rizomas dice: Acabar con este modelo económico, político y social, basta ya de sofismas...queremos un futuro con agricultura orgánica con nuestros saberes.
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